Es un proyecto de alianza multisectorial entre 5 de los principales clúster de Castilla y León: CYLSOLAR, ISMC, AEICE, SIVI, CBECYL, que representa un gran porcentaje de su economía, que impulsa el tejido empresarial de la región, usando el empuje y las capacidades y servicios de las AEIs regionales, para crear una supra-estructura que perdurará en el tiempo, ayudando a modernizar el tejido asociativo aquí generado de acuerdo a criterios europeos, además de proveer a las entidades de un acceso a Fondos Europeos.
Este proyecto se enmarca dentro de las ayudas a las AEI de la Junta de Castilla y León. En él se ha trabajado para conocer la situación actual de cada uno de los 5 sectores y los futuros pasos. Para ello, se han analizado los DAFO de cada sector, y se ha extraído un DAFO conjunto a las situaciones de los 5 sectores en una primera sesión conjunta con socios de los 5 clústeres celebrada el 14 de julio.
En otra jornada el 20 de septiembre se extrajeron las líneas estratégicas comunes a los 5 sectores. Se generó un debate sobre posibles colaboraciones intersectoriales para abordar dicha situación. Para ello se organizó una dinámica en la que cada uno de los jugadores disponía 10 fortalezas de su sector que pudieron utilizar como herramientas para hacer frente, u aprovecharse, de la situación planteada. Como cada sector tiene unas fortalezas distintas, se trató de complementar y encontrar líneas de convergencia entre varios de ellos. Como resultado de la jornada, se sacaron las líneas estratégicas de los 5 sectores:
Análisis de ciclo de vida, economía circular, blockchain…
Aplicación de sensórica en entornos difíciles.
Finalmente, el 3 de noviembre se celebró la jornada Caminando a Europa, donde diversos ponentes aterrizaron las posibilidades europeas existentes para clústeres y sus socios. Además, los centros tecnológicos de referencia de Castilla y León indicaron las tendencias a futuro de ambas temáticas escogidas en la anterior sesión.
CONTEXTO DEL PROYECTO
Según las estimaciones sobre la variación anual del PIB en la economía de Castilla y León en 2019 de la contabilidad regional trimestral publicada por la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, hubo una desaceleración del ritmo de crecimiento anual de -0,7% en términos del PIB a precios de mercado y de -0,8% en términos de Valor Añadido Bruto de precios básicos. Sin embargo, las restricciones impuestas a la circulación de personas y el ejercicio de actividades económicas durante el estado de alarma tuvieron un efecto demoledor en la economía regional durante el segundo trimestre del año 2020, con un 18,8 por ciento de caída del PIB en términos anuales y un 15,2 durante los tres primeros meses del año.
Se trata de la mayor caída de PIB en Castilla y León de la serie histórica. Un desplome que se une al abandono de la minería del carbón en León y Palencia, y al cierre de centrales energéticas.
El motor económico de la región, fundamentado en PYMES Y ENTIDADES (> 95%), necesita una modernización, adaptarse a nuevas tecnologías e internacionalizarse.
Se pueden identificar elementos comunes que afectan a todos los sectores. En el contexto actual, las posibilidades de conservar e incluso incrementar el tejido industrial pasan necesariamente por la introducción de nuevas tecnologías, la alineación con los objetivos de la Comisión Europea, el nuevo Programa Marco Horizonte Europa, y la internacionalización de la actividad de nuestras PYMES y Entidades.
Uno de los mayores peligros a los que se enfrenta la economía local es perder el tren de la revolución digital. Las actuales líneas de financiación a nivel estatal y europeo permitirán en los próximos años llevar a cabo esta revolución en nuestras entidades, pero es indispensable estar posicionados en el contexto internacional para aprovechar al máximo todas las oportunidades.
Es por ello que las Asociaciones Empresariales Innovadoras (AEIs) constituyen el vehículo perfecto para atraer innovación, servicios y actividades de promoción de la INNOVACIÓN con mayúsculas, a entidades asociadas, siendo además una de las estructuras preferenciales por la Comisión Europea para reactivar la economía en la Europa post-pandémica, y aportar a las pequeñas y medianas empresas la apertura tanto a la innovación como a la internacionalización que necesitan.