El pasado 19 de septiembre se celebró la jornada de resultados finales del proyecto Rural Care en el Palacio de Congresos Conde Ansúrez de Valladolid. La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, María Isabel Blanco, dio la bienvenida al evento y destacó la positividad de este proyecto, que ha demostrado que es posible brindar cuidados de calidad a todas las personas, sin importar su ubicación geográfica.
El programa Rural Care ha superado las expectativas iniciales, atendiendo a 183 personas con dependencia, discapacidad o enfermedades crónicas, de las cuales el 59,2 % son mujeres. Las intervenciones se llevaron a cabo en hogares de alto riesgo debido a la avanzada edad de los beneficiarios (el 73 % tiene 80 años o más) y su alto grado de dependencia (el 43,1 % presenta un grado alto o muy alto).
Este proyecto se basa en la creación de hogares seguros que permiten a las personas seguir residiendo en sus hogares mientras reciben apoyos y servicios personalizados, diseñados según sus necesidades y deseos, lo que ha llevado a una mejora tanto física como psicológica de los usuarios.
El programa Rural Care comenzó en el año 2020 y está previsto que concluya en el próximo mes de octubre. Bajo el liderazgo de la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León, cuenta con la colaboración de otros cuatro socios: la entidad European Social Network, la Diputación de Valladolid, la Universidad de Valladolid y la Fundación Personas, que ha proporcionado los servicios.
La consejera Isabel Blanco subrayó que Rural Care es una alternativa a la atención en centros residenciales, promoviendo la creación de hogares seguros donde las personas pueden continuar viviendo mientras reciben apoyos y servicios personalizados según sus necesidades y deseos, lo que les permite vivir de acuerdo con sus proyectos de vida.
Este proyecto representa una apuesta por la innovación social al combinar tecnologías avanzadas con un modelo de atención centrado en la persona. Se ha demostrado que esta combinación ofrece mayores niveles de autonomía, seguridad, capacidad de toma de decisiones y una vida social más activa.
A pesar de los desafíos demográficos y geográficos de Castilla y León, la región se ha destacado durante una década en el ámbito de los Servicios Sociales en España. El enfoque en la atención en el hogar, impulsado por programas como Rural Care ha demostrado ser exitoso en la prestación de asistencia a todos los municipios, superando incluso a la alternativa residencial.