El Centro Stirling se adentra en el sector «wellness» con sus innovadores sensores impresos

El fin de la década de 2000 se acercaba. Y, con él, llegó un momento de reflexión para las siete cooperativas de Mondragon Componentes. Esta agrupación especializada en componentes para electrodomésticos y dispositivos electrónicos se enfrentaba a un reto capital: impulsar y dinamizar la colaboración en proyectos de I+D+i que les ayudara a buscar nuevos productos y la excelencia en la fabricación. Pronto concibieron la creación de una Unidad Empresarial de I+D+i para investigar y desarrollar tecnologías «más avanzadas, eficientes y limpias». Así, el Centro Stirling vio la luz en septiembre de 2009.

Esta delegación, especializada en impresión funcional y ubicada en las inmediaciones de la cooperativa Embega, se registró en 2020 en el Sistema Navarro de I+D+i (SINAI), coordinado por ADITech. De esta forma, se convirtió en la primera Unidad Empresarial de I+D+i en un sistema que también acoge a otras seis: Cosmos, Solidus, Exkal, IED, Professor Octopus AI_Lab y Florette.

«Por eso, el centro de Navarra se ha convertido en una área estratégica para Embega. Porque, aunque las oportunidades de negocio sean evidentes, cooperativas de este tipo necesitan un equipo que tenga la mirada limpia y sepa pensar a medio plazo«, incide Javier Olaizola, director gerente del Centro Stirling.

La entidad cuenta con una decena de personas altamente cualificadas en los ámbitos que forman parte de todas las fases de la impresión funcional. «Nos dedicamos a innovar en tecnologías dirigidas principalmente a dos campos de actuación: interfaces hombre-máquina (HMI) y sensórica. Así mismo, optimizamos procesos para conseguir una mayor calidad y eliminar las posibilidades de que los productos sean defectuosos», incide Silvia Zabala, responsable del Área de Impresión Funcional.

En los últimos cuatro años, el equipo del centro ha profundizado en distintas aplicaciones de la serigrafía funcional en productos HMI o termoelectricidad. Las cifras respaldan el trabajo conjunto de Embega y la unidad de I+D+i. En 2023, la cooperativa facturó 11,5 millones de euros, un 31,1 % más que en 2019, cuando ingresó 8,77 millones.

El sector ‘wellness’

Con el objetivo de apoyar la diversificación de Embega, el Centro Stirling lleva un año y medio volcado en una nueva línea de investigación: el desarrollo de sensores dirigidos a la salud y el bienestar. Un mercado que espera crecer anualmente un 8,6 % hasta 2027, cuando alcanzará los 7,9 billones de euros, según datos recogidos el pasado mes de noviembre del Global Wellness Institute (GWI). Lo hará aupado «por los consumidores, la medicina y el sector público», que están dirigiendo esfuerzos inversores al desarrollo de soluciones preventivas.

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